¿Quieres prolongar la vida de tu vehículo y evitar costosas reparaciones? Prestar atención a los cuidados básicos de tu vehículo es fundamental. Aquí te ofrecemos una guía sencilla para mantenerlo en óptimas condiciones.
Mantenimiento regular: la clave del éxito
- Revisa los niveles de líquidos: Aceite, refrigerante, líquido de frenos y limpiaparabrisas son vitales para el funcionamiento correcto del vehículo. Verifica sus niveles regularmente y rellénalos si es necesario.
- Controla la presión de los neumáticos: Una presión adecuada mejora el rendimiento del vehículo, reduce el consumo de combustible y evita desgastes prematuros. Revísala al menos una vez al mes y antes de un viaje largo.
- Cambia el aceite y los filtros: Siguiendo las recomendaciones del fabricante, cambia el aceite y los filtros de aceite y aire regularmente. Esto garantiza una lubricación adecuada del motor y un funcionamiento óptimo.
- Verifica las correas y mangueras: Inspecciona visualmente las correas y mangueras en busca de grietas, desgaste o fugas. Un fallo en cualquiera de ellas puede causar graves problemas.
- Revisa el sistema de frenos: Asegúrate de que las pastillas de freno tengan el grosor adecuado y que los discos no estén desgastados. Un sistema de frenos en buen estado es esencial para tu seguridad.
- Limpia los filtros de aire acondicionado: Un filtro de aire acondicionado limpio mejora la calidad del aire dentro del vehículo y evita malos olores.